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Punción
Seca

Punción seca

La punción seca es una técnica invasiva dirigida a desactivar los puntos gatillomusculares o miofascialespara así hacer un reset y relajar el músculo diana.

¿Qué es un punto gatillo?

Un punto gatillo es un nódulo palpable o un foco irritable dentro de una banda tensa muscular (conjunto de fibras dentro del musculo con mayor tensión que el resto), que al presionarlo genera dolor y se desencadena un mapa de dolor referido, es decir, un dolor a distancia característico y específico de cada punto gatillo. Sí es un punto gatillo activo, al presionarlo el paciente lo relacionará con su dolor referido.

Es una técnica que consiste en introducir una aguja estéril en el músculo hasta llegar al punto gatillo para estimular la placa motora y el huso neuromuscular disminuyendo de forma inmediata el dolor que tiene el paciente y produciendo una relajación muscular refleja con aumento de la elasticidad. Durante la técnica no se inyecta ningún tipo de sustancia, de ahí su nombre “seca”.

Dentro de esta técnica podemos encontrar dos tipos: superficial (sin llegar al punto gatillo) o profunda (la aguja atraviesa el punto gatillo).

¿Produce molestias?

Es una técnica que puede ser molesta en el momento de su aplicación y dejar molestias en la zona durante 24h-48h (similares a las agujetas); Sin embargo es una buena opción de tratamiento a tener en cuenta por su eficacia en el alivio rápido de los dolores, que funciona mejor si se combina con otras técnicas activas y pasivas de tratamiento.

En algunos casos se debe de acompañar con ecógrafo para guiarnos y hacerlo de manera segura, sobre todo cuando se va realizar en músculos de difícil acceso o donde haya implícito algún riesgo de puncionar alguna estructura anatómica importante y delicada como vasos sanguíneos (arterias, venas), nervios, vísceras, ganglios linfáticos.

 

INDICACIONES

Sindrome del dolor miofascial
Hipertonia/rigidez muscular
Dolor referido a distancia
Contracturas
Limitación de movilidad

Contraindicaciones

  • Miedo a las agujas
  • Problemas de coagulación
  • Zonas con heridas o cicatrices, tatuajes, manchas, lesiones en la piel
  • Alergias a los metales (como el níquel, aunque existen agujas de diversos materiales, habrá que valorarlo y tenerlo en cuenta)
  • En mujeres embarazadas (en zonas próximas a las regiones pélvicas y abdominal